El tema fue abordado durante un encuentro que mantuvieron dirigentes del Saon y el subsecretario de Pesca. “Existe decisión política para que el proyecto pueda concretarse de manera rápida”, expresaron desde el gremio.La transformación de algunas lanchas amarillas en pequeños barcos costeros comienza a verse como una posibilidad cierta en distintos ámbitos.
El proyecto no sólo ilusiona a los titulares de esas pequeñas embarcaciones; sino a la industria naval en su conjunto, incluyendo a sus trabajadores.
La Resolución 275/11 del Ministerio de Asuntos Agrarios bonaerense, por la cual se autorizó la reconversión de 25 unidades fue el primer paso.
Seguramente de ese conjunto sólo una parte accederá al cambio, pero ya se perciben movimientos para debatir los detalles.
El tema fue uno de los ejes que abordaron dirigentes del Saon en un encuentro que mantuvieron con el nuevo subsecretario de Pesca de la Nación, Miguel Bustamante, el pasado martes en Buenos Aires.
“Charlamos sobre la reconversión como una gran posibilidad de trabajo para nuestros compañeros, puesto que se construirán en Mar del Plata”, resumió el vocero del gremio, Walter Castro.
Sin embargo, erigir una embarcación de 17 metros de eslora demanda una inversión importante y, por lo tanto, una financiación que aún no está disponible para los armadores en el sistema bancario.
Sí por allí aparecen algunos esfuerzos compartidos entre los astilleros y el futuro dueño de la embarcación para establecer planes de pago a mediano y largo plazo.
“El subsecretario me anticipó que existe una fuerte decisión política de brindar la ayuda necesaria para que la reconversión pueda concretarse de manera rápida”, se entusiasmó Castro.
Una de las alternativas es acceder a los créditos de la línea oficial denominada Bicentenario.
De hecho, la 275/11 estipula un plazo máximo de tres años para que los interesados concreten la operación. Finalizado ese período, caducará el beneficio.
“Nos garantizaríamos una continuidad de trabajo muy importante de poder encarar esas construcciones”, continuó el dirigente sindical.
Vale recordar que en la ciudad funciona un polo naval con un centenar de empresas vinculadas con la actividad; entre ellas astilleros y talleres que de manera directa e indirecta ocupan a más de mil obreros.
Otras de las cuestiones planteadas por el Saon ante Bustamante tiene que ver con la necesidad de agilizar los trámites para que los eventuales nuevos barcos salgan a navegar una vez botados.
Fuente: pescare.com.ar
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