Está más que demostrado que una persona no solo es lo que hace y piensa sino también lo que dice, aun cuando esta hubiese preferido no dejarse llevar por impulsos ocasionales y permanecer callada. Pero a veces uno cree que puede opinar sobre todo, saber todo y nunca equivocarse. Se me viene a la memoria, subrepticiamente, la frase poco feliz que fuera pronunciara por el edil Pablo Aued en una sesión del Concejo Deliberante de nuestra ciudad. Con la intención de establecer una comparación (muy mal lograda) entre los militantes apostados en la barra y el accionar de los grupos militares armados en la última dictadura argentina, el concejal dejó escapar la siguiente miserable expresión: “…en nuestro país murieron 30. 000 compatriotas producto de la intolerancia…”. Ahora bien, el estado de las cosas exige una respuesta a esta manifestación de ignorancia y falta de respeto, no solo por la historia reciente argentina, sino por las diferentes agrupaciones que luchan día a día por la recuperación de la memoria y la justicia, así como por las diversas políticas de DDHH llevadas adelante por el gobierno nacional.
Aued no sabe que “morir” no es lo mismo que “desaparecer” (o lo sabe y no le importa), no sabe (o no le importa o no quiere ver) la diferencia entre “compatriotas” y “militantes”, como no le interesa decir Dictadura militar o referirse a Terrorismo de estado a cambio de manifestar que fue la “intolerancia” la causante, no solo de la desaparición de 30.000 personas (entre otras aberraciones), sino del genocidio más grande de América Latina luego de la conquista de América. Todo esto olvida o confunde este edil poco instruido en políticas de Derechos Humanos y en historia nacional; poco instruido en los logros de los últimos años con los juicios a los más grandes represores y genocidas del país.
Esta triste expresión proferida desde el bloque de Unión peronista y acompañada por expresiones de afirmación de parte de toda la oposición, no hace más que corroborar el posicionamiento de estos concejales con respecto a las políticas de Derechos Humanos y a la democracia toda y, al mismo tiempo, reafirmar nuestro camino en la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justica, junto a la Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y junto al Gobierno Nacional y Popular.
Una perlita: al término de la sesión, arrastrado por los vapores del odio y el vedetismo a ultranza, dicho edil, creyó que era de político serio, de hombre valiente, insultar a dos jóvenes militantes de 14 y 16 años; y cuando decimos insultar, no exageramos, sino que nos referimos al nivel de agresividad del comentario; Pablo Aued las insultó de la forma más baja, violenta y repugnante que una figura pública y política puede tener, no solo para con dos adolescentes militantes, sino para con dos mujeres… pero, claro, esto ya no nos sorprende porque entre los insultos de Kuhn y Diez a la figura del Intendente en plena interpelación y los mensajes de texto de Esnaola dirigidos a la prensa durante las diferentes sesiones…estamos acostumbrados a estos desvergonzados personajes y su forma de concebir la política.
Marianela Carreras - Manuel Ibañez
Frente de Derechos Humanos del Movimiento
No hay comentarios:
Publicar un comentario