Ellos son de Quequén y están en pareja hace un año y medio. Los familiares de ambos, estuvieron en todo momento pendientes; lo acompañaron a él, y principalmente a Georgina, la reciente mamá, que al igual que su hija, están en perfecto estado de salud.
Desde el 31 de diciembre de 2018, ella estuvo con trabajo de parto y a las ocho de la mañana del 1º de enero de 2019, ingresaron para que nazca la beba en la Clínica Cruz Azul.
Como madre primeriza, ella estaba llena de emoción pero también de dudas. En la clínica, al llegar, no dilataba los centímetros que se precisaba para el nacimiento y los dolores eran cada vez más fuertes porque ya estaba en la fecha de parto. La cesárea, en esta situación, se hizo necesaria.
Momentos previos
La noche de año nuevo, tuvieron que reprogramar el festejo en un salón, ya la reunión familiar iba a ser en la casa de los recientes padres, y debido a la proximidad del nacimiento, no iban a poder encargarse de la recepción.
Georgina, los últimos minutos del año, los pasó con contracciones cortas cada diez o quince minutos. Brindaron y cerca de las tres de la mañana se retiraron del lugar. A las cinco fueron a la clínica, donde le dieron una inyección y volvió a su casa, para regresar unas horas después, con mucho dolor. Como seguía sin dilatar, el doctor Gustavo Melo y su equipo le practicaron una cesárea.
Los padres, manifestaron un gran agradecimiento por la buena atención recibida de todo el personal y por los muchos mensajes de felicitaciones que les enviaron sus conocidos.
Los familiares, compartieron los primeros minutos de vida de la beba, y volvieron por la tarde, después de las 17, cuando está permitido recibir visitas.
Con pocas horas de sueño y una alegría inmensa, los padres permanecerán las prudenciales primeras 48 horas en la clínica y luego volverán a su casa a disfrutar del momento.
ftte///elecos,com
La noche de año nuevo, tuvieron que reprogramar el festejo en un salón, ya la reunión familiar iba a ser en la casa de los recientes padres, y debido a la proximidad del nacimiento, no iban a poder encargarse de la recepción.
Georgina, los últimos minutos del año, los pasó con contracciones cortas cada diez o quince minutos. Brindaron y cerca de las tres de la mañana se retiraron del lugar. A las cinco fueron a la clínica, donde le dieron una inyección y volvió a su casa, para regresar unas horas después, con mucho dolor. Como seguía sin dilatar, el doctor Gustavo Melo y su equipo le practicaron una cesárea.
Los padres, manifestaron un gran agradecimiento por la buena atención recibida de todo el personal y por los muchos mensajes de felicitaciones que les enviaron sus conocidos.
Los familiares, compartieron los primeros minutos de vida de la beba, y volvieron por la tarde, después de las 17, cuando está permitido recibir visitas.
Con pocas horas de sueño y una alegría inmensa, los padres permanecerán las prudenciales primeras 48 horas en la clínica y luego volverán a su casa a disfrutar del momento.
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