Cerró una procesadora de pescado
La industria de la pesca parece hundirse sin detenimiento y no se avizoran reacciones concretas desde el Estado. Necochea no escapa a esa lamentable realidad y otra fábrica procesadora de productos del mar cerró ayer sus puertas por falta de rentabilidad. Esta situación generó que unos 50 operarios se queden sin trabajo, aunque cobrarán el ciento por ciento de la indemnización.
El titular de la firma Incopp S.A., Eduardo Cortés, fue contundente al manifestar que “las pérdidas acumuladas superan los 8 millones de pesos y, a pesar de las aceleradas gestiones realizadas ante diferentes autoridades provinciales, nadie nos respondió y no pudimos continuar con la empresa”.
Por su parte, el delegado regional del Sindicato de la Industria de la Alimentación, Juan Pablo Moreno, se mostró sumamente preocupado por la debacle que golpea al sector y fue tajante al asegurar que “desde noviembre a esta parte, en Necochea, se perdieron más de 400 puestos de trabajos vinculados a la pesca”.
A pérdida
De acuerdo con lo informado ayer a Ecos Diarios por Eduardo Cortés, responsable de Incopp, la empresa buscó por todos los medios ayuda oficial para evitar que se progrese la crisis económica y financiera. “Acumulamos pérdidas por 8.300.000 pesos y salimos a buscar respaldo en el gobernador (Daniel) Scioli y en la Dirección Provincial de Pesca, pero nadie nos respondió”, explicó el empresario.
El cierre de Incopp, que funcionaba en el edificio de la ex Huemul, generó que 50 trabajadores se queden en la calle, aunque cobrarán al ciento por ciento las indemnizaciones mediante el acuerdo alcanzado con la Delegación Necochea del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires.
Precisamente, mañana a las 11 será la audiencia en esa repartición para suscribir los convenios correspondientes con cada operario y la presencia del Sindicato de la Industria de la Alimentación.
Sin barcos
La falta de arribos de barcos pesqueros a Puerto Quequén es una causal importante para hacer que el negocio sea inviable por los altos costos, además de la persistente problemática financiera internacional que, desde 2008, ha provocado que el sector de la pesca no pueda levantar cabeza.
“Ahora nuestra esperanza es ver en el futuro qué podemos hacer con la parte de congelados y si se abren otros horizontes laborales”, reconoció ayer el empresario Eduardo Cortés.
Añadió que en estas condiciones actuales “no se puede competir con el Puerto de Mar del Plata porque hay que comprar la materia prima en esa ciudad y los valores se hacen cada vez más elevados”.
El derrumbe de la actividad
A comienzos de 2011 se profundizó el conflicto laboral suscitado en Industrial Pesquera y a los pocos meses la planta procesadora de pescado ubicada en la zona portuaria local dejó de funcionar definitivamente. Unas 27 familias sufrieron las consecuencias de la situación de quebranto de los responsables de la firma y quedaron al margen del circuito laboral y sin recibir las correspondientes indemnizaciones.
Un grupo de trabajadores del lugar, con el apoyo del gremio de Alimentación, iniciaron las tratativas para conformar una cooperativa y atenuar los embates de la crisis que hoy vive la pesca en el país.
A mediados del año pasado, más de 100 operarios –entre temporarios y personal permanente- fueron protagonistas directos del derrumbe de la planta industrial de Engraulis, de Quequén.
En este caso, los inversores españoles que apostaron su dinero en la reconocida fábrica de calle 517 y avenida 542 dejaron a la deriva a sus empleados, quienes todavía no percibieron sus resarcimientos económicos por los años trabajados y cuando la actividad mostraba el período de bonanza, en la primera mitad de la década anterior.
Llamado de atención a los gobernantes
“No tenemos materia prima porque no llegan barcos pesqueros a nuestro puerto y algo hay que hacer, creo que este es un nuevo llamado de atención para las autoridades”, dijo Juan Pablo Moreno, delegado regional del Sindicato de la Alimentación.
El dirigente aclaró que en el transcurso del presente mes hay un compromiso de parte del intendente Horacio Tellechea de llevar adelante un encuentro para analizar el tema y buscar soluciones en lo inmediato.
“Nuevamente quedan trabajadores desocupados en Necochea, a pesar de los esfuerzos que se hicieron para revertir esta situación”, agregó Moreno y recordó que en los últimos meses se perdieron más de 400 puestos de tareas producto de la crisis que atraviesa el sector.
El titular de la firma Incopp S.A., Eduardo Cortés, fue contundente al manifestar que “las pérdidas acumuladas superan los 8 millones de pesos y, a pesar de las aceleradas gestiones realizadas ante diferentes autoridades provinciales, nadie nos respondió y no pudimos continuar con la empresa”.
Por su parte, el delegado regional del Sindicato de la Industria de la Alimentación, Juan Pablo Moreno, se mostró sumamente preocupado por la debacle que golpea al sector y fue tajante al asegurar que “desde noviembre a esta parte, en Necochea, se perdieron más de 400 puestos de trabajos vinculados a la pesca”.
A pérdida
De acuerdo con lo informado ayer a Ecos Diarios por Eduardo Cortés, responsable de Incopp, la empresa buscó por todos los medios ayuda oficial para evitar que se progrese la crisis económica y financiera. “Acumulamos pérdidas por 8.300.000 pesos y salimos a buscar respaldo en el gobernador (Daniel) Scioli y en la Dirección Provincial de Pesca, pero nadie nos respondió”, explicó el empresario.
El cierre de Incopp, que funcionaba en el edificio de la ex Huemul, generó que 50 trabajadores se queden en la calle, aunque cobrarán al ciento por ciento las indemnizaciones mediante el acuerdo alcanzado con la Delegación Necochea del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires.
Precisamente, mañana a las 11 será la audiencia en esa repartición para suscribir los convenios correspondientes con cada operario y la presencia del Sindicato de la Industria de la Alimentación.
Sin barcos
La falta de arribos de barcos pesqueros a Puerto Quequén es una causal importante para hacer que el negocio sea inviable por los altos costos, además de la persistente problemática financiera internacional que, desde 2008, ha provocado que el sector de la pesca no pueda levantar cabeza.
“Ahora nuestra esperanza es ver en el futuro qué podemos hacer con la parte de congelados y si se abren otros horizontes laborales”, reconoció ayer el empresario Eduardo Cortés.
Añadió que en estas condiciones actuales “no se puede competir con el Puerto de Mar del Plata porque hay que comprar la materia prima en esa ciudad y los valores se hacen cada vez más elevados”.
El derrumbe de la actividad
A comienzos de 2011 se profundizó el conflicto laboral suscitado en Industrial Pesquera y a los pocos meses la planta procesadora de pescado ubicada en la zona portuaria local dejó de funcionar definitivamente. Unas 27 familias sufrieron las consecuencias de la situación de quebranto de los responsables de la firma y quedaron al margen del circuito laboral y sin recibir las correspondientes indemnizaciones.
Un grupo de trabajadores del lugar, con el apoyo del gremio de Alimentación, iniciaron las tratativas para conformar una cooperativa y atenuar los embates de la crisis que hoy vive la pesca en el país.
A mediados del año pasado, más de 100 operarios –entre temporarios y personal permanente- fueron protagonistas directos del derrumbe de la planta industrial de Engraulis, de Quequén.
En este caso, los inversores españoles que apostaron su dinero en la reconocida fábrica de calle 517 y avenida 542 dejaron a la deriva a sus empleados, quienes todavía no percibieron sus resarcimientos económicos por los años trabajados y cuando la actividad mostraba el período de bonanza, en la primera mitad de la década anterior.
Llamado de atención a los gobernantes
“No tenemos materia prima porque no llegan barcos pesqueros a nuestro puerto y algo hay que hacer, creo que este es un nuevo llamado de atención para las autoridades”, dijo Juan Pablo Moreno, delegado regional del Sindicato de la Alimentación.
El dirigente aclaró que en el transcurso del presente mes hay un compromiso de parte del intendente Horacio Tellechea de llevar adelante un encuentro para analizar el tema y buscar soluciones en lo inmediato.
“Nuevamente quedan trabajadores desocupados en Necochea, a pesar de los esfuerzos que se hicieron para revertir esta situación”, agregó Moreno y recordó que en los últimos meses se perdieron más de 400 puestos de tareas producto de la crisis que atraviesa el sector.
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