Recomendaciones de la Secretaría de Salud y Defensa Civil
Ante la eventualidad de que se registren altas temperaturas, la Secretaría de Salud y la Dirección de Defensa Civil recomienda tener en cuenta los aspectos que se detallan a continuación, los cuales pueden ayudar a prevenir o mitigar las consecuencias del golpe de calor.
Es importante tener en cuenta que los síntomas son los siguientes:
· Cara congestionada.
· Dolor de cabeza.
· Sensación de fatiga y sed intensa.
· Náuseas y vómitos.
· Calambres musculares, convulsiones.
· Sudoración abundante en la insolación que cesa en el golpe de calor; en este caso, la piel está seca, caliente y enrojecida.
· Alteraciones de la conciencia (somnolencia), respiración y circulación.
Las personas que realizan alguna actividad cuando hace calor y hay mucha humedad en el medio ambiente pueden sufrir mareo, desvanecimiento y, en casos extremos, estados de inconsciencia que requieren atención médica. Su forma más común es ocasionada por sobre exposición al Sol, y se conoce como insolación.
Los más sensibles a los efectos del calor son los niños, ancianos, gente obesa y quienes estén tomando medicamentos.
Es frecuente que con la llegada de las altas temperaturas veraniegas se consulte con mayor frecuencia al médico por los “golpes de calor”.
“El golpe de calor es un cuadro de deshidratación”. Lo que ocurre a nivel orgánico es que el cuerpo generalmente tiene que perder agua para poder perder calor. “Llega un momento en que el cuerpo no puede perder más agua ya que corre riesgo su sistema circulatorio, lo que hace que tienda a subir la temperatura”.
Así, la persona comienza con los síntomas propios de la deshidratación: es decir, el cuadro clínico que hace que consulte al médico.
¿Qué hacer ante un golpe de calor?.
Si la persona es joven, se le debe ofrecer líquidos: “la rehidratación no debe hacerse sólo con agua, es recomendable agregar bebidas con sales, o un jugo de fruta y después enfriarle el cuerpo”. Si es un anciano y tiene síntomas de golpe de calor, lo más probable es que deba acudir al médico “porque en los ancianos la reposición de líquidos es bastante más difícil”.
Lo mas importante es prevenir: “la persona mayor o el bebé deben estar en condiciones frescas, con agua suficiente. Si uno ve que comienza a sudar mucho, que está demasiado tranquilo o que tiene sed hay que ofrecer líquidos, y si se queda dormido o se desmaya hay que concurrir a un médico”.
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