Más de dos años le llevó la travesía a la joven local, quien junto a su moto esta recorriendo América
Todo inicio de una aventura está acompañado por una utopía como la que tuvo alguna vez en una pizzería de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Belén Aíme Aspiroz cuando le vaticinó a su padre "me voy a comprar una moto y viajare hasta Alazka”.
Hoy Belén no sólo que ya llegó a México, punto final en su travesía original que comenzó el 2 de mayo de 2012, sino que también esta planeando y llevando adelante los primeros preparativos para continuar con esta aventura y poder llegar a Alaska.
Esto se pude deducir de dos de sus últimas publicaciones en facebook cuando el 27 de septiembre pasado señaló "Alaska te quiero conocer” y tres días después, el 30 de septiembre, algo más sentimental indicó que "La felicidad y la utopía van de la mano, una sirve para seguir buscando, viviendo y la otra para seguir caminando, sin barreras, porque si uno sigue con positivismo, encuentra”.
Como respuesta de esto su padre Marcelo Aspiroz le escribía el siguiente mensaje en esa red social: " Recuerdo ese mediodía en calle Lavalle comiendo pizza, era un 7 de Abril del 2011, y me dijiste que comprarías una moto para viajar con destino a México. Hoy, esta frase y lo que publicaste de Alaska. Eso me hace sospechar que tu regreso será sin fecha cierta. No se que más puedo agregar...salvo que me darás más tiempo para ir a esperarte a la frontera Argentina cuando regreses. Se te extraña pero estoy contento, para nada triste. Se que estas cumpliendo con tu sueño, alcanzalo, es tuyo y de nadie mas. Besos, besos y más besos”.
En México
Para llegar a este presente tan llenó de sueños y de continuidad de esta aventura Belén y su fiel compañera Filomena (ver recuadro) no la pasaron tan bien, por lo cual tuvieron que tomar decisiones y buscar la ayuda de amigos como cuando, el 8 de julio pasado manifestaba "amigos mexicanos estoy en una encrucijada, sacando cuentas de kilómetros y gastos fronterizos. Entró a México con lo justo y menos, pero ya es hora de avanzar, si ingresó por Belice se me complica porque tengo dos gastos fronterizos, pero si voy de guate a San Cristóbal de las Casas y de ahí para el caribe son 500 kilómetros más, necesito que me orienten un poco, si alguien tiene datos sería un lujo para mi. Abrazo”.
Sin duda que esta orientación llegó y el 17 de julio pasado pudo cumplir con su primera meta, aquella que tenía -en mayo de 2012 cuando partió desde Necochea- a México como horizonte, dado que ese día piso suelo azteca.
Ni bien recorrió los caminos de América del Norte Belén se hizo un minuto para detener su marcha y grabar su primer video en tierras mexicanas, en el cual comenzó diciendo "bienvenido México, cabrones. Creo que ahora estoy cayendo adonde estoy, adonde llegue, por eso quiero agradecer a todos los que me ayudaron, a los que me abrieron una puerta que me haya permitido llegar a acá, porque sin eso todo hubiera sido diferente, dado que no hubiera conocido tantos lugares, tantas historias”.
Luego, con un tono más reflexivo, comentó que "llegamos y ahora que hacemos, disfruten. Para llegar acá todo ha sido muy largo hice 500 kilómetros de más que no estaban planeados, por ende ayer maneje todo el día, hasta me caí. Bienvenidos” Y concluyó contando "ahora vamos a San Cristóbal de las Casas, donde vamos a dormir. Adiós”.
Para terminar vale recordar lo que ella decía cuando inició esta aventura sobre cual era su meta "fue simple, tomó mi moto y salgo a recorrer mi sueño. Ese que todos tienen, pero no muchos se animan a cumplir. En su primera etapa es unir Argentina con México. Para ellos lo haré rodando sin tiempo con Filomena conquistando rutas, aprendiendo culturas, olores, sabores y conociendo su gente”.
Su fiel compañera
Aspiroz ha realizado todo este viaje junto a su compañera - así personalizada- Filomena, quien no es otra que la moto con la cual recorre los caminos latinoamericanos.
Este vehículo es un scooter, modelo 2011 de 105 centímetros cúbicos con una autonomía de 150 kilómetros dado que cuenta con un tanque de combustibles con capacidad para cuatro litro y puede recorrer 35 kilómetros con un litro.
Con respecto al nombre el mismo es en honor a la persona que más amó en esta vida que es su bisabuela, la cual falleció a los 90 años, por eso cuenta que "me abandono hace un tiempo, era una persona tenaz si las había, una buena `tana´ testaruda, así que decidí que me acompañe en mi aventura”.
También se refirió al color de la moto el cual es rojo según ella "porque representa la pasión, mi pasión por vivir, por valorar la vida, ya que sólo hay una, y no hay que desperdiciarla”.
FTE ECOS DIARIOS
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