Pese al viento frío que se sentía junto al río, cientos de personas presenciaron anoche la Pasión Viviente de Jesús, en el camino de sirga, margen Quequén, donde se recrearon los hechos más significativos de los últimos días de la vida de Cristo, siendo la crucifixión y la resurrección, los momentos más emocionantes.
La representación se realiza desde hace varios años para esta fecha con la organización de la comunidad de la Parroquia Nuestra Señora de la Merced, cada vez con más éxito por la cantidad de público que asiste. Además todos los años, se mejoran el vestuario, la escenografía y las actuaciones, logrando escenas cada vez más conmovedoras, sobre todo en el recorrido que hace Jesús a la cruz.
La Pasión Viviente se realizó en un escenario natural, en el sector de 519 y 560, junto al río, con más de 150 personas en escena, entre adultos y niños, que lograron un gran aplauso del público en el final, que agradeció la iniciativa. Cabe destacar que la organización está a cargo de familias enteras que trabajan en la parroquia y que todos los años hacen un esfuerzo especial, dando su tiempo, para ofrecer este espectáculo.
Actores
En los roles centrales intervinieron José Giordano como Jesús; Elizabeth Arizmendi como María; Emilio Giorgetti como Poncio Pilatos; Damián Rojas como Judas; Mauro Vázquez como Pedro; José Guevara como Barrabás; Florencia Morales como Marcia; Julio Aranda como soldado y Mario Guidi como soldado. Además de los papeles centrales, actuaron familias enteras y muchos chicos para hacer del pueblo que recibe a Jesús en Jerusalén, al igual que los numerosos adultos que hicieron de soldados romanos y de los apóstoles.
También hay que destacar el trabajo que se realizó detrás de escena en iluminación, sonido, vestuario, resaltándose el armado de la escenografía que estuvo a cargo de Guillermina Vivas y todo lo que respecta a infraestructura a cargo de Alfredo Lizaur, Beto Pérez y las esposas de ambos. En tanto, la coordinación general la hizo Mariana Fuhr.
El público se acomodó alrededor del escenario y esperó el inicio, previsto para las 19.30 de ayer, escuchando canciones alusivas a la fecha y luego la reflexión que hizo el párroco Miguel Esteban López sobre la Semana Santa. En la oportunidad, el padre recordó las personas que son perseguidas por ser cristianos sobre todo en Medio Oriente e instó a todos a buscar momentos para hacer obras de misericordia, como pide el papa Francisco en este año. "Que podamos solidarizarnos con el prójimo en su sufrimiento para darle una mano”, insistió.
Tras el mensaje del sacerdote, comenzó la representación teatral. El relato comenzó con la llegada de Jesús a Jerusalén, siguió con la última cena, el camino de su muerte con la traición de Judas, la negación de Pedro, la aparición de Poncio Pilatos, la crucifixión y la alegría de la Resurrección.
La puesta en escena se inició con las alabanzas hacia Jesús, la muerte del Señor y la entrega de su cuerpo a María. El momento de la crucifixión fue uno de los momentos más dolorosos y que causó más impresión entre los presentes, por lo bien logrado.
Llegó finalmente la Resurrección y la imagen en lo más alto del escenario, escena que impactó con la iluminación del momento final, que se llevó los aplausos del público.
En el final, el párroco de Nuestra Señora de la Merced dio un mensaje final en referencia al Viernes Santo que estaba terminando y al significado que hay que darle a estos días de Semana Santa.
Esta vez, a diferencia de otros años, se pasó una alcancía entre el público para recuperar algunos gastos de la puesta en escena del espectáculo. Además vendieron pizzetas para juntar fondos, elaboradas por las mismas familias de la Parroquia de Quequén.texto///ecosdiarios
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