Unos días atrás recibió la propuesta para correr una Suzuki RMZ450, del equipo RP Racing y aceptó la oferta convencido de ser protagonista central de la primera edición del Enduropale Necochea 2016, que ante muchísimo público se disputó en las costas locales y en la que en el rubro motos,
Omar Pilu Roncallo brilló en la última parte y así quedarse con el trofeo deseado a once meses de la muerte de su padre (que durante medio siglo alcanzó éxitos e hizo que Necochea sea reconocida por su apellido, nada menos).
"Teníamos una estrategia y era cargar combustible cada ocho vueltas y no erramos en lo que se estableció antes de largar. Es que todo fue diferente: una carrera extremadamente larga donde hubo que pensar cada movimiento y acertar en los sectores donde se podría andar fuerte y no caerte porque hubiera sido letal perder por una mala maniobra. Estamos más que felices y esto va dedicado para el 101 (el número que siempre utilizó su padre Omar) que desde el cielo seguro me iluminó para llegar a este éxito”, destacó Pilu, ni bien terminó la competencia y recibiendo infinidad de felicitaciones.Omar Pilu Roncallo brilló en la última parte y así quedarse con el trofeo deseado a once meses de la muerte de su padre (que durante medio siglo alcanzó éxitos e hizo que Necochea sea reconocida por su apellido, nada menos).
Lo que se vio en pista fue muy claro.
En primer orden apareció Juan Viscarra mandando hasta la cuarta vuelta; luego, Nahuel Pedersen asumió el liderazgo y con la sucesión de recarga de combustible y el avnce arrollador de Omar Roncallo, todo varió restando cinco vueltas hasta llegar a consumar exitosamente los últimos metros.
En la vigésima vuelta, Omar Roncallo tenía sólo 27 segundos de diferencia y en la arena casi no se contempla este tiempo porque podría derivar en una distracción y todo pasaría al olvido en una fracción de segundos.
Al comprobar que restaba un solo giro, Pedersen aceleró para darle caza y al salir de una de las tantas zonas sinuosas perdió algo de terreno al toparse con un montículo de arena, algo que le brindó más respiro a Roncallo para alcanzar la bandera a cuadros victorioso.
Se bajó inmediatamente, elevó sus brazos al cielo y dio un fuerte grito: "Vamoooos….”.
Llegó al parque cerrado y cuando intentó poner en marcha el motor notó que el mismo se había roto a poco de terminar la competencia.
"Tuve hasta esa suerte. El "Viejo” seguro pasó por alguna de estas situaciones y es bueno porque desde que el se fue de este mundo yo no podía ganar. Ahora es otra la situación y hubiera sido bueno que el estuviera para festejar de a dos. Mi madre se emocionó mucho con todo lo que hemos vivido en estos últimos tres días, caso el homenaje en la Municipalidad y ahora con lo que pude lograr. Estoy muy feliz”, consideró. Redacción Daniel Emilio Pereyra
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