Con la reactivación de la temporada de anchoas, fruto de un gran número de gestiones realizadas por el actual gobierno municipal, algunas de ellas encabezadas por el propio intendente Facundo López, también revivió un gran sector de la economía local relacionada al puerto; devolviendo -e incluso incrementando, en algunos casos- fuentes laborales que parecían caminar lentamente a su desaparición.
Consolidada ya la zafra en nuestras costas y devuelta la confianza a la cadena de producción local, tras un costoso proceso que inició con la llegada transitoria de más de una decena de lanchas pesqueras desde la ciudad de Mar del Plata hace ya tres años, y cuya flota se ha visto incrementada con el correr del tiempo, los actores del sector pesquero han recobrado el aliento y se animan a ir por más.
En la banquina que está sobre la margen Necochea del Río Quequén funcionan dos cooperativas de trabajo dedicadas a la estiba. Hace poco finalizada la parte más fuerte de su tarea, cuando estuvieron abocadas a la descarga de la pesca fresca de las embarcaciones, sus integrantes mostraron la satisfacción de ver el creciente movimiento en la zona.
Agradeciendo las gestiones que se realizaron desde la Municipalidad para que la industria se vaya reactivando de a poco y, en especial, el acompañamiento del coordinador del área de Pesca, Alejandro Jacín, quien “nos están dando una mano para que las lanchas se acerquen al Puerto de Quequén”; Raúl Bossi, uno de los estibadores de lugar, afirmó que “la verdad que esta es la primera temporada que hicimos realmente buena, buena. El tiempo acompañó y, tras de eso, se sumaron las lanchas de acá, de Necochea”.
Cada uno de esos factores hicieron que los trabajadores califiquen a la temporada que pasó de la manera más positiva, pero también influyeron otras causas, según remarcó el propio Bossi: “fue todo un conjunto, hemos formado un grupo bueno y cada día hay más trabajo”.
Sobre la cantidad de familias que mantienen su fuente laboral gracias a esta cooperativa, el estibador indicó que “nosotros somos 7: trabajan 3 en bodega, 1 gango, que está a bordo de la embarcación, y tres arriba del semi”.
Por su parte, Alejandro Jacín, quien visita cada tanto a los obreros portuarios para seguir de cerca su accionar e impulsar su crecimiento, remarcó que esta realidad es mérito de “la llegada de las lanchas de Mar del Plata, sumado a que este año los empresarios de Necochea que tienen embarcaciones también decidieron armar para salir a pescar la anchoa y ese fue el primer impulso, porque fueron los primeros que arrancaron a hacer la temporada”.
El muelle es solo el principio de una cadena de producción local que finaliza en Engraucoop, donde este año unas 220 mujeres y algunos hombres que las acompañan batieron récords de producción desde que se unieron en cooperativa. En el medio, la reactivación de la pesca significa la generación de puestos de trabajo para “la gente de los guinches, la fábrica de hielo, los camiones, los mercados que proveen a las embarcaciones. Es un movimiento incesante y que ojalá perdure por mucho tiempo más”, según reveló esperanzado el coordinador de Pesca.
Sobre el presente de una actividad que estaba en vías de extinción, Jacín aseguró que “desde hace tres años a esta parte le hemos dado un gran empuje, acá quedaban tres o cuatro embarcaciones y se estaba muriendo la pesca”.
“No ha sido fácil, porque hay que gestionar mucho, hay que ir mucho a la Provincia, muchas reuniones a las que tuvo que ir Facundo (López). Hay que moverse mucho para que esto se pueda lograr y creemos que, con trabajo y este empuje, podemos llegar a tener una buena temporada de anchoa y pensando, en el futuro, tener una pesca variada para que el trabajo se siga manteniendo en el tiempo”, aseveró.
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