La ciudad planea incorporar doce balnearios y suma propuestas para los visitantes, que buscan playa, deportes al aire libre e incluso ballenas, en la cercana Quequén
Por Maria Fernanda Lago | Para LA NACION
NECOCHEA- La ciudad vivió su época dorada en la década del 60. Más tarde, en los 70, se posicionó como el segundo balneario en importancia, después de Mar del Plata y, con el paso de las temporadas, perdió terreno ante localidades como Villa Gesell y Pinamar. Sin amedrentarse, esta urbe playera con nombre vasco se reinventa cada verano para ofrecer nuevos atractivos a sus visitantes.
El 1° de enero comenzó el año como la anfitriona de la largada del Rally Dakar 2012. Y por un día los motores con el bullicio del público modificaron los sonidos naturales de las dunas, en el paraje Las Grutas, a pocos kilómetros del centro de la ciudad.
Con el tiempo, este sitio de la costa atlántica, que cuenta con la comunidad de daneses más grande del país, ganó su fama por tener las playas más amplias y atractivas del sur de la provincia de Buenos Aires. Pueden alcanzar los 300 metros de ancho, se extienden a lo largo de 65 kilómetros (pronto sumarán otros 6,5) y resultan irresistibles para quienes buscan refrescar los pies en las orillas ante los sonidos del mar.
Necochea ofrece trece balnearios y actualmente trabajan para extender la zona urbana y las playas. Cada verano recibe 110.000 turistas en promedio, un número considerable si se tiene en cuenta que la población es de 90.000 habitantes. "Con la extensión del frente costero, que va de Costa Bonita a San Cayetano, se ganará espacio para urbanizar y arena para construir doce balnearios nuevos en un futuro cercano", explica Horacio Tellechea, flamante intendente. Los habitués de Necochea y aquellos que aún no la hayan visitado, se encontrarán con una ciudad embellecida y preparada para recibirlos con una mejor infraestructura.
Bosque, playa y diversión
El edificio del Casino, inaugurado en 1973, es la postal turística más famosa de Necochea. Su estructura ovalada, a pesar de haber sido reconstruida después del gran incendio de 2001, parece estar detenida en el tiempo para recordarnos sus años de gloria. Las salas del Casino forman un complejo junto con pistas de bowling, piletas de natación, salón de eventos, locales comerciales y una pista de patinaje que es el lugar de reunión para los más jóvenes.
Ubicado entre esta legendaria construcción y el mar, las 640 hectáreas del Parque Miguel Lillo ofrecen hace más de 100 años otra alternativa a los que quieren escapar de la playa y caminar a la sombra de pinos y eucaliptos. Dentro de esta reserva forestal se encuentran el Museo de Ciencias Naturales y el Museo Regional. Centro de eventos y actividades sociales que cada año organiza la ciudad, por sus bicisendas y circuito aeróbico es la zona elegida para los que disfrutan hacer ejercicio antes de que el sol se ponga sobre las costas. También es una opción divertida para ir con los más chicos y subirse al tren que recorre todo su interior.
Enero es el mes de mayor concentración de turistas en Necochea, pero en febrero siempre hay habitaciones disponibles. "La ciudad es accesible para el turismo familiar porque los precios prácticamente no se modifican durante la temporada y porque existe un clima de tranquilidad y seguridad que permite a los visitantes poder relajarse y descansar", cuenta Indiana Suárez, gerenta del Hotel Tres Arroyos.
Los precios para alojarse durante enero rondan, por una habitación doble en un hotel 2 estrellas, los 280 y cerca de 310 para la segunda quincena de enero. En cuanto a los alquileres de viviendas muchos residentes ofrecen sus casas por día, semana o quincena. El precio de un chalet de 3 ambientes en la zona frente al parque Lillo es de alrededor de 600 pesos por día.
Milagros, de 17 años, y Catalia Cadel, de 19, son hermanas que residen y veranean en esta ciudad. A la hora de hablar sobre playas, la mayor de ella cuenta que "la costa, desde la calle 79 hasta el parador Sahara, es la zona más concurrida, pero las playas más solitarias son las que se ubican en dirección al Sur". Milagros enumera los lugares donde concurren más lugareños que turistas y resultan más tranquilos: "Los paradores Zeus, Sunset y Sotavento, en Av. 2 y Av. Pinolandia, y las playas que van hasta Las Grutas, donde se puede acceder con vehículos especiales".
En cuanto a paseos por la ciudad, Necochea tiene dos centros comerciales: el antiguo, alrededor de la Municipalidad, y el nuevo, a pocos metros de los balnearios. Los precios de esta temporada se mantienen sin variantes entre los paradores y los bares de la ciudad. Un café cuesta 10 pesos, un jugo de naranja 14, desayunos completos entre 25 y 40, con vista al mar o a la peatonal. Unas rabas, alrededor de 40, y una cena con bebida en un restaurante frente al mar, a partir de 70 por persona.
Por la noche, la oferta es amplia. Para mayores de 30 años, Tom Jones, en la calle 87 y 4, y Sahara, que funciona como parador de día y se convierte en bar de noche, son de los más buscados. Para adolescentes, se destacan Alaska, en la 81 entre 4 y 6; Kamchatka, en 4 y 75, y La Frontera, en Av. 2 y 71, a orillas del mar.
La vecina preferida
A pocos kilómetros del centro de Necochea y sin salir del municipio, la visita frecuente de ballenas francas ha sido una gran sorpresa para sus habitantes en el último tiempo. Parece que ahora no hace falta ir hasta Puerto Madryn para avistar cetáceos, sino que puede hacerse directamente en Quequén, la ciudad vecina.
Por ejemplo, desde el complejo La Hélice, en la calle 502, es posible ver las colas de estos animales nadar cerca de la escollera. También desde Bardemar, un restaurante sobre la playa, en una ubicación privilegiada para contemplar los atardeceres.
En el paredón de la escollera, sobre un mural muy colorido, los habitantes empezaron a distinguir hace unos años los movimientos de las ballenas que iban llegando. De abril a noviembre, es posible ver a los nuevos visitantes nadar entre lobos marinos, focas y cientos de aves que los acompañan desde el aire.
COLECTIVIDADES DE FIESTA
El 21, 22 y 23 del actual, Necochea tendrá su 10a edición de la Feria de las Colectividades. En el Parque Miguel Lillo, daneses, italianos, españoles, alemanes y árabes, entre otros, ofrecerán sus platos más típicos. Se recomiendan los sándwiches daneses, las empanadas chilenas y los platos vascos. Como cierre de la feria, en un desfile donde las concursantes vestirán trajes típicos, se coronará a la reina de las colectividades..
LA NACION
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