Jonatan (31) y Natalia (25) llegaron al ‘Fin del Mundo’ desde Necochea para participar del 10º Encuentro Internacional de Motoviajeros, organizado por la agrupación Latitud 54 Sur. Ellos eligieron Ushuaia como punto de partida en el desafío de recorrer el mundo a bordo de sus motos Rouser NS 200. “Cuando a uno le pasa algo grave se da cuenta de que lo material va y viene, la vida pasa rápido y hay que cumplir los sueños”, explicaron. La aventura de viajar sin fecha de retorno, “será difícil y nos encontraremos con pruebas a lo largo del camino. Pero sin dudas, vale la pena”, afirmaron. Desde hace 10 años, Ushuaia es la sede del Encuentro Internacional de
Motoviajeros más austral del mundo, donde cientos de motociclistas se
reúnen para compartir un fin de semana de camaradería, intercambiar
experiencias de viaje y concretar la hazaña de llegar hasta el ‘Fin del
Mundo’ atravesando kilómetros de ruta, paisajes y las más diversas
condiciones climáticas.
Jonatan Parraguez Martínez (31) y Natalia
Vega Troncoso (25) llegaron a Ushuaia desde Necochea (Buenos Aires) para
participar del 10º Encuentro Internacional de Motoviajeros. Su historia
es tan especial como interesante, y replica la de cientos de
motoviajeros que eligen el ‘Fin del Mundo’ para dar inicio a un desafío
único: Recorrerán el mundo a bordo de sus motos Rouser NS 200.
En
diálogo con EDFM, Jonatan explicó que “hace 6 meses tuvimos un accidente
de intoxicación por monóxido de carbono, que fue el detonante para
decidirnos a dejar todo lo que teníamos, para empezar esta aventura”, y
recordó que “vivíamos en un departamento chico, y la primera en
descomponerse fue Naty. Yo creí que era por cansancio, pero después me
descompuse yo y me di cuenta de que era el gas; abrí las ventanas y la
puerta y pudimos zafar. La pasamos muy mal y siempre pensamos en que
estábamos a punto de irnos a dormir; si eso pasaba, sería otra la
historia”, dijo.
“Nos decidimos a dejar el trabajo convencional,
abandonar la rutina, despojarnos de lo material y perseguir nuestro
sueño; porque sentimos que la vida no da segundas oportunidades, y
tenemos que aprovechar todo este tiempo que tenemos ‘regalado’”, señaló
Jonatan, y agregó que “cuando a uno le pasa algo grave se da cuenta de
que lo material va y viene, y que la vida pasa rápido”, por eso “aunque
fue muy difícil desprendernos de todo lo que nos costó conseguir con
mucho esfuerzo y trabajo, sentimos que tenemos las ganas, entusiasmo y
el coraje para salir de viaje al mundo sin fecha de retorno”, sostuvo.
El
itinerario previsto atraviesa la Ruta 40, para luego realizar una pausa
de tres días en Buenos Aires donde visitarán a su familia por última
vez, y luego abandonarán el país por el Paso de los Libres. “Queremos
llegar hasta Alaska, de ahí a Europa, África, Asia y después veremos
dónde nos lleva la moto”, anticipó Jonatan.
Con el dinero justo para
emprender el viaje, “en este desafío tan importante llevamos lo justo y
necesario”, indicó el motoviajero. “Armar el equipaje es complicado
porque tenemos que llevarnos lo necesario para vivir, para abrigarnos y
para reparar las motos, y que no sea mucho peso para las motos”, explicó
Jonatan, y agregó que “en ciertos lugares tendremos que parar a
trabajar para sustentar el viaje, pero tenemos oficios y el apoyo de
muchos motoviajeros que atraviesan la misma aventura y las mismas
rutas”, valoró.
Para la pareja de motoviajeros, “la meta no es
llegar a un lugar sino justamente animarnos a iniciar este desafío”, en
el que podrán “conocer muchas culturas y personas y reforzar nuestra
convicción de que la vida no es simplemente trabajar y estar inmerso en
la rutina, sino que uno puede salirse de ese sistema para vivir
realmente su vida y sus sueños”, aseguraron.
Ambos remarcaron que “es
nuestra primera vez en Ushuaia y el primer viaje de más de 1000
kilómetros, que hicimos para llegar hasta el Fin del Mundo”, y se
mostraron “muy agradecidos por el reconocimiento y el apoyo; tuvimos la
suerte de encontrar muy buenas personas en la ruta, que nos han ayudado
muchísimo, eso es invalorable porque no es lo mismo viajar solos que
encontrarnos con gente así, con un corazón gigante”, ya que “este
desafío será difícil y nos encontraremos con pruebas a lo largo del
camino. Pero sin dudas, vale la pena”, afirmaron.
10º Encuentro Internacional de Motoviajeros en el Fin del Mundo
Motoviajeros
de países como México; Brasil; Chile; Perú; Uruguay; Australia, y
provincias argentinas como Neuquén, Jujuy, Salta, Mendoza, San Luis,
Córdoba, Chubut, Santa Cruz, Santa Fe y Entre Ríos, estuvieron presentes
en el 10º Encuentro Internacional de Motoviajeros en el Fin del Mundo,
superando las expectativas: se acreditaron 260 motos, a las que se suman
los integrantes de la Agrupación Latitud 54 Sur e invitaciones
especiales, en un récord absoluto para la organización.
El clima
desfavorable de intensas nevadas obligó a suspender algunas actividades
que estaban previstas a lo largo del fin de semana, como la caravana del
sábado hacia el Glaciar Martial y la tradicional Muestra Estática de
motos frente a la Intendencia, pero eso no fue un problema para los
motoviajeros, que permanecieron en el Centro Cultural Esther Fadul
disfrutando la jornada de almuerzo, merienda y entrega de menciones.
El
sábado alrededor de las 18, los motoviajeros concentrados en el Centro
Cultural realizaron una pequeña caravana hasta el Puerto, donde se
ubicaron frente al cartel de Ushuaia para tomar una foto grupal que
quedará en el recuerdo de todos los participantes. A lo largo del fin de
semana, compartieron almuerzo y cena, sorteos, entrega de menciones a
motoviajeros destacados por edad, lugar de procedencia y cilindrada; y
por decisión de la Agrupación organizadora, se realizaron donaciones al
merendero del barrio La Cima.
El Centro Cultural Esther Fadul,
colmado de motoviajeros, fue escenario de shows de tango, folklore y
rock, música representativa a nivel cultura. “Por el clima no pudimos
completar todas las actividades previstas, pero fue una fiesta increíble
e inolvidable, con mucha emoción y conformidad de los motoviajeros, que
nos felicitaron en todos los idiomas”, expuso Marcelo Aliendro,
integrante de Latitud 54 Sur.
En diálogo con EDFM, Aliendro aseguró
que “siempre es muy emocionante sentir el reconocimiento de tantos
motoviajeros que nos visitan, porque es muy grande el esfuerzo que
hacemos durante todo el año para llegar a esta fiesta entre amigos de
todo el mundo”, y remarcó que “con alegría inmensa, recibimos a muchos
que participan cada año, y aquellos que no conocían nuestra ciudad y se
han quedado maravillados”.
Desde la agrupación Latitud 54 Sur se
mostraron “felices por el desarrollo y el resultado de este Encuentro,
en su décima edición, que nos impulsa a seguir trabajando para
recibirlos nuevamente el próximo año”, y destacaron que el evento
“genera visibilidad y relevancia al mototurismo, lo multiplica, porque
el Fin del Mundo es un sueño para muchos y un orgullo para nosotros”,
afirmaron.

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