Luego de las escuelas del Delta, el gobierno bonaerense avanza con el cierre de escuelas rurales en el interior de la provincia, a sólo 10 días del inicio del ciclo lectivo. Dado que reubicarán a los estudiantes en otras escuelas, las distancias atentarán contra el derecho a la educación de niños, niñas y adolescentes.
Los distritos afectados serán Pellegrini, Chascomús, Castelli, Laprida, Lezama, Ayacucho, Tres Arroyos, Lincoln, Tres Lomas, Rauch, Tordillo, Pringles, Exaltación de la Cruz, Chacabuco, Chivilcoy, 9 de Julio, General Belgrano, Dolores, General Guido, Chaves, Coronel Dorrego, Villarino y Olavarría. El gobierno argumenta que las escuelas y jardines no tienen matrícula suficiente y por ello deben cerrar sus puertas y “reconvertirse” hacia centros de formación en oficios o capacitación.
“Hay tres jardines rurales que se van a dar de baja, desde Cambiemos dicen que no hay matrícula, pero la realidad es que sí hay chicos anotados que van a ser atendidos por maestras de nivel primario, que tienen chicos de hasta 6to grado”, sostuvo en diálogo con Diagonales el concejal de Unidad Ciudadana en Tres Arroyos, Martín Garrido.
En ese distrito estarán afectados por la decisión de Vidal tres jardines rurales de los parajes “La Josefina”, “Claudio Molina” y “San Mayol”, y el Secundario para adultos Nº 451 de la localidad de Claromecó -único en la zona- que desde este año no permitirá el ingreso de alumnos de primer año.
“Si los padres quieren que sus hijos puedan ir a un jardín tienen que acercarse hasta la ciudad. En el campo se empieza a trabajar muy temprano, los padres tendrían que cortar la jornada laboral para venir a la ciudad a traer el chico al jardín, también venir a buscarlo después. Es una complicación para la familia”, aseguró Garrido.
Aunque es cierto que varias de las instituciones educativas cuentan con escasa matrícula o nula en algunos casos, desde los sindicatos docentes cuestionan que no se indague en las causas por la escasa afluencia. “Cuando no hay alumnos, hay que evaluar por qué, porque esto no pasa de un día para el otro y tiene que ver con las políticas públicas que se hicieron o no”, dijo María Laura Torre, secretaria gremial de Suteba.
”Estamos haciendo un seguimiento escuela por escuela de las rurales para garantizar el derecho a que todos los alumnos tengan educación y garantizar el seguimiento de los derechos laborales”, agregó Torre. Vale mencionar que en los centros educativos rurales la matrícula suele ser siempre más baja en las zonas urbanas, y que su expansión territorial garantiza el acceso a niños y niñas que viven en zonas alejadas.
Como explicó Patricia Alesso, de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), en la Resolución 3367/05 de la Dirección de Cultura y Educación -que regula, entre otras cosas, las fusiones de cursos- “no se determina un número mínimo de alumnos para las Escuelas Rurales porque son matrículas fluctuantes”. “Esto sencillamente es lo que se llama ajuste”, resumió.
Además, como aún no comenzó el ciclo lectivo, las inscripciones en muchos casos continúan abiertas, lo que cuestiona la definición gubernamental acerca de la matrícula real.
“Debemos recordar que, en los ámbitos rurales, así como en los de islas, las escuelas y jardines de infantes son la única presencia del Estado”, sostienen docentes de Mercedes en un petitorio que elaboraron para convocar a la ciudadanía a protestar contra la decisión de Vidal. “Allí, más que nunca, la escuela cumple una función social indispensable en la vida de las familias del lugar. Es el lugar de encuentro, de recreación, de promoción y prevención de la salud; se transforma en lo único que saca a los habitantes del aislamiento que les provoca la distancia a centros urbanos”, concluyen.
“Están matando a las escuelas rurales”, afirmó la directora de la única escuela secundaria que funciona en Guanaco, partido de Pehuajó, donde fusionarán cursos y reducirán a un solo turno el funcionamiento de la institución.
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