Una buena cantidad de fieles se congregaron ayer, a pesar del excelente día de playa, en la Parroquia Stella Maris de Quequén para llevar a cabo la tradicional peregrinación al paraje Costa Bonita, en el marco de la celebración por el Día de Nuestra Señora de Lourdes, que se recuerda cada 11 de febrero.
La tradicional procesión a Costa Bonita fue organizada por la Parroquia de La Merced de Quequén y cuenta con numerosos seguidores.
La procesión arrancó uno minutos después de las 18.30 de ayer y los fieles recorrieron el camino desde la Parroquia Stella Maris, ubicada en la esquina de las calles 502 y 525 de la vecina localidad ribereña, hasta Costa Bonita.
En el paraje de Costa Bonita se ofició la tradicional misa en el altar al aire libre, que se encuentra a metros de la gruta de la Virgen de Lourdes.
La procesión de fieles se encolumnó detrás de la imagen de la Virgen de Lourdes y comenzó a marchar por la calle 502, para llevar a cabo el camino entre la Parroquia Stella Maris y el paraje Costa Bonita.
Más atrás, seguía a la columna humana una buena cantidad de devotos en sus vehículos, con la intención de participar de la celebración de la Santa Misa en Costa Bonita.
Sin embargo, la procesión de ayer -a diferencia de otras peregrinaciones para rendir tributo a Nuestra Señora de Lourdes- no fue de las caravanas más numerosas, debido a las altas temperaturas que se registraron durante todo el día y que pudieron haber conspirado contra la católica celebración.
Cánticos
La caravana de devotos fue acompañada por un camión, desde el cual integrantes de la comunidad de la Parroquia de La Merced tocaban la guitarra y entonaban canciones religiosas, para seguir el ritmo de la marcha hasta el destino final.
La imagen de la Virgen de Lourdes fue llevada, en los primeros tramos, por cuatro fieles que partieron desde dentro la Parroquia Stella Maris en Quequén y acompañados por una buena cantidad de devotos, entre adultos, niños y jóvenes.
Muy cerca de la imagen de la Virgen de Lourdes y encabezando la procesión se lo vio al cura párroco Miguel López, de la Parroquia de La Merced de Quequén, organizadora de la tradicional procesión a Costa Bonita.
La Patrona de los enfermos
Nuestra Señora de Lourdes es considerada la patrona de los enfermos y cada año se renueva la muestra de devoción con la procesión hasta Costa Bonita, en la que participan integrantes de la comunidad parroquial y de otras feligresías, más los turistas que se suman, todas las temporadas, al acto de fe.
Durante la marcha de los fieles de ayer por la tarde se invocó en varias oportunidades a Nuestra Señora de Lourdes y se pidió por la salud de los enfermos.
La procesión de ayer comenzó con la compañía de la canción Santa María del Camino, que invitó a los fieles a bajar a la calle y emprender la caminata por la 502, hasta la gruta de la Virgen de Lourdes en el paraje Costa Bonita.
Primera estación
Según los organizadores de la peregrinación se informó que se haría una estación en la ermita de la Rosa Mística, en el paraje Bahía de los Vientos.
Como es tradicional, una vez en Costa Bonita, se celebró la Santa Misa y se bendijo a los enfermos y el agua para uso de los devotos de la Virgen de Lourdes. Luego de los actos religiosos, se desarrolló -según lo previsto- un festejo popular.
Fiesta popular
La procesión hasta la gruta de Lourdes se la define como una fiesta popular, que contribuye a jerarquizar el turismo religioso de la vecina ciudad ribereña.
En octubre pasado, vecinos de Costa Bonita ubicaron la antigua Gruta de la Virgen de Lourdes, a metros de la ermita actual y donde se encuentra la imagen religiosa en inmediaciones de La Plaza de la Paz, que estaba tapada por la arena debido al avance de un médano.
La gruta recuperada por los vecinos se construyó a principios de la década del 60 y fue el punto final de las procesiones por la celebración del Día de la Virgen de Lourdes, que se recuerda todos los 11 de febrero.
fte ecos diarios
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