Tras su paso arrasador por Cuba, el fenómeno meteorológico llegó a las costas del sureste estadounidense. Seguí su recorrido en vivo.
Con un cielo cada vez más siniestro y vientos de 215 kilómetros por hora, el huracán "Irma" comenzó a zamarrear esta mañana los Cayos de Florida, en el sureste de los Estados Unidos.
Decenas de miles de personas se encuentran refugiadas en lugares públicos, mientras que otras familias huyeron o se atrincheraron en sus casas.
Florida se enfrenta cara a cara la ferocidad del temporal que dejó por lo menos 25 muertos en el Caribe e innumerables daños materiales.
Se espera que el tifón ascienda por el oeste del estado y haga contacto con las ciudades turísticas de Naples o Fort Mayers, donde podría haber olas de hasta 4,5 metros. Un desvío que alivia levemente a la ciudad de Miami (en la costa este), aunque el riesgo de devastación continúa en todo el estado.
Movilizadas ante el mayor huracán que se haya formado en el Atlántico en varias décadas, las autoridades habían ordenado la evacuación de unos 6 millones de personas que viven en las costas del estado, la mayor en la historia reciente.
Se espera que el tifón ascienda por el oeste del estado y haga contacto con las ciudades turísticas de Naples o Fort Mayers, donde podría haber olas de hasta 4,5 metros. Un desvío que alivia levemente a la ciudad de Miami (en la costa este), aunque el riesgo de devastación continúa en todo el estado.
Movilizadas ante el mayor huracán que se haya formado en el Atlántico en varias décadas, las autoridades habían ordenado la evacuación de unos 6 millones de personas que viven en las costas del estado, la mayor en la historia reciente.
"Irma" dejó al menos 25 muertos a su paso por las Antillas Menores y Puerto Rico y ha destruido la isla de Barbuda y la parte francesa de Saint Martin. Ayer golpeó con fuerza a Cuba, que había ordenado una evacuación de un millón de personas, y provocó enormes destrozos e inundaciones.
Las ciudades del sur de Florida declararon toque de queda a partir de la tarde del sábado, entre ellas las ciudades de Miami y Miami Beach, así como el condado de Broward, donde está Fort Lauderdale. Eso significa que la gente no puede abandonar sus casas o refugios hasta nuevo aviso.
Ayer, mientras se advertían fuertes ráfagas y lloviznas, fueron reportados unos 30.000 cortes de luz reportados en el estado. La Florida Power and Light -la autoridad eléctrica- dijo que calcula que "4,1 millones de usuarios se quedarán sin electricidad".
El gobernador de Florida, Rick Scott, advirtió: "La marejada llega después del viento, no piensen que todo se termina cuando el viento pasa". Según explicó, en todo el estado hay más de 320 refugios con más de 54.000 individuos.
Por su parte, la Guardia Nacional de Florida preparó cerca de 30.000 tropas, 4.000 camiones, 100 helicópteros y equipos de evacuación por aire.
El alcalde de Miami-Dade, Carlos Gimenez, ha sido objeto de críticas ante cierta lentitud con la que se instalaron los refugios y algunas dificultades logísticas.
Hubo cierta resistencia de los inmigrantes indocumentados de acudir a esos albergues públicos porque temían que les exigieran identificaciones y terminaran siendo más tarde deportados. Tal es así que el senador republicano de Florida, Marco Rubio, tuiteó ayer que los “sin papeles” no tuvieran miedo de pedir ayuda en los refugios.
El alcalde advirtió a los ciudadanos de Miami que se tomaran a "Irma" en serio, a pesar de los últimos reportes, donde se indicó que el temporal se había desviado un poco hacia el oeste.
“Hay rumores de que Miami-Dade está a salvo del huracán porque ya no estamos en el ojo de la tormenta. Pero debemos permanecer alertas. Una tormenta muy seria viene en camino”, advirtió.
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