La primera misa comenzó a la medianoche, con la presencia del obispo Gabriel Mestre y luego continuaron la de las 12, 15 y 19, contando con importante concurrencia de fieles de diversas edades.
En este marco, el barrio se vistió de fiesta, inclusive se armó una carpa al lado de la capilla, con servicio de cantina que vendía a precios muy accesibles empanadas y chocolate caliente, entre otros productos comestibles e imágenes de San Cayetano.
Asimismo, se observó que en varios frentes de las casas colocaron globos de color amarillo y blanco, cintas y moños del mismo color, imágenes y esculturas del patrono, además de la bandera argentina.
El párroco de la capilla, Mario Fernández manifestó a Ecos Diarios que “este año hicimos la novena y estoy muy contento porque fui viendo que a medida que pasaban los días, la gente fue enterándose o tomando conciencia de que estaba la novena, y de a poco se multiplicó el número de personas que se acercaron”.
Fernández aseguró que San Cayetano es un santo popular que siempre convoca, “es una fiesta muy linda y en nuestro país impregnan a San Cayetano de fe en el contexto social, es decir, no se trata de que si fue mucha gente a la procesión, el país está bien o mal, sino que hay que ver cuánta fe tiene el pueblo en Dios para que mejore la situación”.
Si bien el cura reconoció que son años complejos, también aseguró que hay mucha gente con devoción, fe y entrega.
Por otro lado, Mario Fernández, mencionó que esta procesión fue especial, ya que salió su nombramiento para la Parroquia Nuestra Señora de la Merced en Quequén.
“Esta es mi última procesión y sin lugar a dudas tiene un tinte especial a despedida, frente al nuevo desafío que me espera”, dijo.
Agradecidos
Bajo el lema “San Cayetano, ayuda a la Argentina a caminar para ser un pueblo santo”, numerosa personas participaron de la procesión rezando y cantando.A las 15 en punto comenzó la caminata desde la Capilla de San Cayetano ubicada en calles 102 y 79, y luego continuaron por las calle 102, 73, 100 bis , 75, 106, 75 bis y 102, hasta llegar a la capilla.
Durante la recorrida, se realizó una parada frente a las instalaciones del Jardín de Infantes Nº 909 “Abrazo de bandera”, donde el padre Fernández bendijo las instalaciones, a las maestras y alumnos que concurren.
Luego, el cura invitó a que los presentes dejaran paso en el medio de la calle, para que pasara la imagen del santo, momento en que muchos aprovecharon a tocarlo y verlo de cerca.
A medida que avanzaban por las calles del barrio 9 de Julio, también se bendijeron casas y familias, que salieron a recibir a San Cayetano
En diálogo con Ecos Diarios, Griselda aseguró que “siempre vengo a pedir y agradecer. San Cayetano es un santo que tengo muy presente”.
En tanto, Irma Pérez de Delgado, se mostró muy emocionada. “Vengo a agradecer porque San Cayetano me ha dado mucho y pido por los humildes, por los que no tienen trabajo”.
Irma es colaboradora de la capilla de Fátima y detalló que “se nota que hemos llegado a un momento muy difícil porque se ha acercado gente que está muy mal”.
Además, hizo mención a la distancia que existe con la religión. “Estamos un poco alejados de Dios y al estar alejado no se dan las cosas como uno quiere. Hay que tener fe en Dios y en San Cayetano que nos dan todo”, recalcó.
Para Daniel Nuñez también fue muy especial la procesión, ya que la emoción lo invadió. “Vengo por primera vez, pidiendo pan y trabajo para los que no tienen”, dijo.
Por su parte, Liliana Rodríguez indicó que participa todos los años y generalmente agradece. “Soy católica y soy consciente de que tengo lo que me merezco, y agradezco por mí y por todos mis hermanos”, comentó.
Muchos aprovecharon la ocasión de la fecha para vender las espigas con la imagen del santo, además de pequeñas figuras, imanes de pan, ajos, velas, llaveros, etc, a precios que rondaban entre los $20 y los $120. ftte///elecos.com
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